El rango de pesaje de una balanza está dividido. Empieza con un rango fino que tiene mayor precisión (d1). Cuando se sobrepasa este rango fino, automáticamente la lectura pasa al siguiente rango (d2) que suele ser un escalón inferior (2 x d1).
Las balanzas de dos rangos pueden tener un rango fino definido, o bien el rango fino puede desplazarse a través del alcance total.
Por ejemplo, en un modelo de balanza de 2Kg de capacidad en cuyos primeros 300g la sensibilidad es 0,01g. Al sobrepasar los 300g, la sensibilidad de la balanza pasa automáticamente a 0,1g. Ahora bien, supongamos que ponemos un recipiente de 500g sobre el plato, taramos y a continuación añadimos peso. Si el rango fino puede desplazarse a través de toda la capacidad de la balanza la lectura tendrá una sensibilidad de 0.01g. En caso contrario, sería 0,1g.